Entre los días 15 y 29 de abril se realizó en el Centro Cultural de Viña del Mar, nuestra ya tradicional exposición “Diálogos con el Arte”. Este año el tema de la exposición estuvo centrado en la investigación sobre nuevos soportes para el arte, tema trabajado por los alumnos del taller de Expresión Artística dirigido por el profesor Carlos Echániz. Estamos muy contentos de poder, como cada año, mostrar el arte que se produce en nuestras salas de clases y el trabajo dedicado y creativo de los alumnos del taller. A continuación los textos que dan cuenta de ésta propuesta visual:
La exposición Diálogos con el Arte es una experiencia artístico – pedagógica que cada año realizan los alumnos de nuestro colegio con el fin de acercarlos al arte a través de la muestra del trabajo realizado y así, potenciar el desarrollo de un alumno integral, capaz de desenvolverse en diversos escenarios y ser constructor y protagonista de su aprendizaje, pudiendo exponerse a la mirada crítica, de manera constructiva y significativa, siempre en el espíritu del crecimiento como persona y comunidad.
La exposición que presentamos este año, corresponde al resultado de la investigación de nuevos soportes para el arte que realizaron alumnos del segundo ciclo y enseñanza media pertenecientes al taller de expresión artística del colegio, dirigido por el profesor Carlos Echániz F. en un trabajo conjunto con alumnos del ciclo pre-básico durante el año 2007. En esta investigación se exploraron nuevas formas de presentar la creación artística, pensando en que siempre es posible innovar; en esta oportunidad, el centro estuvo en las materialidades y las técnicas y destrezas complementadas entre alumnos de diferentes edades.
También están expuestos trabajos realizados en aula, durante el año 2007, en las clases de artes visuales de alumnos de todos los curso de nuestro colegio.
Macarena Silva Ayarza
Jefa Departamento de Arte
Colegio Sagrada Familia, Reñaca
Diálogos Con El Arte
"Hay tantos cuadros como ojos capaces de ver" Sam Francis
En el fondo de toda expresión artística hay un otro que aparece sorprendiendo, iluminando. Una razón o una sensibilidad nueva que se proyecta en un espacio mayor. La iluminación de un límite, un encuentro, la integración de una forma, el color y el ritmo.
En este ejercicio que llevan a cabo los alumnos del colegio Sagrada Familia hay una búsqueda discursiva, intento de expresión múltiple –el hermano menor que marca un punto de referencia, el trabajo artístico del alumno que busca integrar, los colores y las formas que van marcando y guiando una huella creadora. Suma de formas e intenciones que a través de una mirada y una lectura posterior van logrando armonía y conexión, intuición y sorpresa.
Suma de colores y fragmentos bajo pulsos juveniles. Intenciones que se van completando en otras intenciones y otros complementos. Una pared espontánea y lúdica sobre otra pared. Pinceladas, figuras, miradas abiertas a un imaginario común cuyas fuerzas unen y desunen, tal como sucede entre el individuo y la comunidad. Collage espontáneo, residuo comunitario, imagen de un nosotros.
Producto colectivo bajo una mano orquestal que ha leído y reescrito los fragmentos en un orden nuevo. Atracciones y rechazos que exigen su armonía en la mirada y en el ojo observador. Exigencia y relajo, provocación y sentido.
Es la muestra diversa e íntima que un grupo de jóvenes estudiantes y su profesor entregan a la comunidad provocando un espacio propio que se acerca y se aleja de cualquier mirada, tal como lo hacen sus propios fragmentos construyendo una identidad.
Es un paso que se acerca al próximo, proyectando una nueva reflexión que genere forma, color y pensamiento nuevo. El cuerpo juvenil de un trabajo individual y colectivo que se plasma como desafío, como continuo de una actitud de búsqueda y creación. La cara de un grupo que es parte de otro mayor, que se respira por este salón.
Gonzalo Sanhueza A.
Profesor de Lenguaje
Mirar más allá
(obras en plumavit)
Hace unos días, mi amigo y profesor de arte del Colegio, me invitó a ver unos trabajos que estaban realizando varios alumnos en su taller; me llamó la atención ver que en lugar del tradicional lienzo, el soporte de sus obras fuese plumavit, un material más bien asociado a la construcción, poco consistente y muy frágil. Curioso, es lo menos que se me ocurrió pensar, sin embargo al dar una segunda mirada me di cuenta que un concepto tan propio de nuestro tiempo y tan asociado a lo cotidiano subyacía en estos trabajos: la idea de que todo es desechable y, pensándolo bien, no podría ser de otra manera si es que entendemos que de alguna forma a través de obra de arte damos cuenta de algo más que una idea. De algún modo, este soporte expresa esta visión tan propia de nuestros días; donde pareciera que nada trasciende, donde lo importante pareciera ser sólo el momento presente, sin ir más allá.
Por ahí hay todavía en mi casa varios trabajos escolares que de alguna manera relatan el paso de mis hijas por el Colegio; en este caso lo más seguro es que el trabajo de los alumnos del taller sólo permanezca unos días y luego sea desechado. Trato de pensar buscando un sentido más trascendente a esta intervención, pero ¿no será un contrasentido?, ¿qué hay de trascendente en lo que se desecha? ¿Acaso no desechamos aquello que ya no nos sirve, o, dicho de otra forma, carece de sentido?
En fin, los trabajos se veían bonitos y los alumnos se afanaban y esmeraban en su construcción. Ojalá que esta visión no sea aplicable a todo lo demás. Hoy cuando el mundo parece perder sentido son, precisamente los jóvenes los llamados a elevarse por encima de este mundo para mirar más allá, hacia lo que no se ve desde el suelo, hacia lo que trasciende.
Christian Fernández C.
Profesor de Filosofía
Departamento de Artes
